miércoles, 6 de febrero de 2008
Donde no nace, no crece
Unos dias atrás había escuchado a mi tio mencionar esta frase cuando entre copas recordaba su viejo amor plátonico.Según él nunca se casó con aquella tipa por que nunca nació el amor en ella y no pudo crecer un futuro para hoy.Como ironías de la vida(aunque la vida misma es un ironía) mientras conversaba con un antiguo amor de colegio pregunté por que jamás fuimos enamorados, y ella contestó con esa frase.A primera instancia sentí un frio inevitable, me consumía la impotencia o la desazón de no haber creado ni una "chispita" de amor, y es que para ser sincero en estas cuestiones de amor siempre fui un gran tarado.Creo que hasta hoy he vivido estigmatizado con las mujeres, pues siempre destrozaban esas ilusiones, de un zarpazo arracaban sin piedad mi corazón que apenas latía y se regocijaban viendome agonizar de afecto.Sinceramente y sin ninguna verguenza-a pesar de que suena muy clásico, muy telenovelezco-puedo decir que hasta hoy no he tenido suerte con el amor.Regresando al tema, hace unos dias conocí a una chica especial, tal vez pueda ser por que hace tiempo que no me interesaba conocer a más personas que a mi EGOísmo.Jamás me había sentido tan a gusto conversando con alguien, hace mucho que no me quedaba sentado soñando despierto mientras ella hablaba.Ella a veces era esquiva o tal vez lo era siempre-yo nunca me dí cuenta-,con mi miedo, con mi timidez, con mi estúpidez, traté de encontrar la forma de que se fijara en mí. No lo logré.El domingo pasado mientras caminabamos a medianoche y después de haberla escuchado contarme infinidad de cosas comprendí esta frase.No podía obligar al amor o mendigar amor. Entonces le pregunté: "¿Dónde no nace, no crece?". Ella contestó: "Si plantas la semilla y la riegas a diario sí que puede crecer". Sentí como si se abría un rendija de esperanza por donde entraba un haz de luz que calentaba a penas.Pero ahora me preguntaba cómo carajos siembro esa semilla, cómo preñar para parir amor.Ya había avanzado más de lo que creí o tal vez estaba creyendo haber avanzado y jamás di un paso, en todo caso me estaba dando por vencido ya. Recordé entonces lo que minutos antes me había contado, un antiguo amor no salía de su joven corazón. Me despedí, ella me dijo: "Que tengas suerte, y que cumplas todos tus sueños". Tan irónico decía dentro de mi, yo un tipo tan iluso, tan soñador, contesté: "Un sueño se apagó hoy". Un beso en la mejilla y me marché mirando el cielo, la noche se consumía y en su agonía con su último suspiro dijo su nombre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)