miércoles, 7 de septiembre de 2011
Formadores de la vida
Hace unas semanas creía en loutopico que significaba poder olvidarte. Me aferraba a que no pdría existir sin los recuerdos, sin poder disfrutar de los momentos a los que estabamos acostumbrados, a la cercanía que habias formado y mucho menos a resistirme dejar tu piel. Sin embargo, con el pasar de las semanas y una fuerza de voluntad consedida por los Dioses, hice de lo posible hasta lo imposible por cortar las raices q habían formado tus recuerdos en cada célula mia. Ya con la tranquilidad que me consume puedo tranquilamente analizar y criticarme en las conclusiones de que a veces creemos q los momentos tan dulces, nobles, gratos y placenteros que vivimos con alguien serna los únicos en nuestras vidas, resistiendonos a pensar que podemos vivir eso y mucho más, no sólo con esa persona sino con muchas más, con nosotros mismos, con las personas que menos pensamos en este momento y con personas que inclusive ni siquiera conocemos, pero que en un futuro puedes decidir neustro futuro. Gracias vida, gracias a cada persona que se cruzó `por mi camino. En buenas o malas experiencias, se les agradece a cada una de ellas por ayudarme a formarme tal como soy, a contribuir en las lecciones de lo bueno lo malo y lo feo, en comprender que errores no cometer y que otras cultivar mejor. Gracias por que en sí cada una de las personas que cruzaron por mi vida son especiales y seguirán siendo especiales para mí.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Somos dos
Recuerdo aquella vez en que me dijiste para mirar al cielo. Te pregunté extrañado el por qué de esa petición y me dijiste:
-¿Ves esas dos estrellas?-Con una emoción de infante-.
-¿Dónde?- Respondí extrañado frunciendo el ceño tratando de encontrarlas.
-Junto a la Cruz del Sur.-Me dijiste apuntando con el dedo-.
-¡¡Sí, ya las veo!!, son dos estrellas juntas ¿verdad?-Volví a contestar emocionado-.
-Sí, esas dos. Somos nosotros, la más brillante soy yo porque te quiero muchísimo-Comentaste suavemente mientras me mirabas tiernamente.
-Entonces en el cielo siempre permaneceremos juntos y lo recordaremos siempre.-Asentí a su noble y tierno comentario-.
No estoy seguro de usar las mismas palabras que nos dijimos ese día mientras recostados sobre el piso mirabamos al cielo, pero en estos momentos es lo más puntual en detallar. No puedo olvidar en el alma que en un ayer estabas tan enamorada, tan prendada y que las sonrisas en nuestros rostros era como respirar para poder vivir. Dónde se fue esa mujer de la que me enamoré, dónde está ahora. Tú no eres ya esa mujer tierna, tú la has matado, intenté de mil formas poder revivirla, pero tu querías que muriera. Ahora me pongo a mirar el cielo, cada noche vuelvo a mirar esas dos estrellas, tú sigues brillando más que yo como siempre. Pero esta vez no sé si soy yo el que te quiere más y sigo brillando entre la oscuridad y la lluvia de mi alma. ¿Seguirás recordando talvez que ambos somos esas dos estrellas en el cielo? o ya lo habrás olvidado. Seguramente será necesario esperar que tu alma pueda ascender a los cielos y se tope con esas estrellas y mientras las mires tan cerca recuerdes que una de esas eres tu y la otra soy yo que me estoy apagando lentamente.
-¿Ves esas dos estrellas?-Con una emoción de infante-.
-¿Dónde?- Respondí extrañado frunciendo el ceño tratando de encontrarlas.
-Junto a la Cruz del Sur.-Me dijiste apuntando con el dedo-.
-¡¡Sí, ya las veo!!, son dos estrellas juntas ¿verdad?-Volví a contestar emocionado-.
-Sí, esas dos. Somos nosotros, la más brillante soy yo porque te quiero muchísimo-Comentaste suavemente mientras me mirabas tiernamente.
-Entonces en el cielo siempre permaneceremos juntos y lo recordaremos siempre.-Asentí a su noble y tierno comentario-.
No estoy seguro de usar las mismas palabras que nos dijimos ese día mientras recostados sobre el piso mirabamos al cielo, pero en estos momentos es lo más puntual en detallar. No puedo olvidar en el alma que en un ayer estabas tan enamorada, tan prendada y que las sonrisas en nuestros rostros era como respirar para poder vivir. Dónde se fue esa mujer de la que me enamoré, dónde está ahora. Tú no eres ya esa mujer tierna, tú la has matado, intenté de mil formas poder revivirla, pero tu querías que muriera. Ahora me pongo a mirar el cielo, cada noche vuelvo a mirar esas dos estrellas, tú sigues brillando más que yo como siempre. Pero esta vez no sé si soy yo el que te quiere más y sigo brillando entre la oscuridad y la lluvia de mi alma. ¿Seguirás recordando talvez que ambos somos esas dos estrellas en el cielo? o ya lo habrás olvidado. Seguramente será necesario esperar que tu alma pueda ascender a los cielos y se tope con esas estrellas y mientras las mires tan cerca recuerdes que una de esas eres tu y la otra soy yo que me estoy apagando lentamente.
No sé
Nuestras estrellas se apagan
como se apagan tus ojos
no hay amores que valgan
ya nos dijimos adios.
Mientes tú y miento yo
orgullosa, dime que no me amas
esa ilusión de jovenes ya cayó
demosle fin y no recordemoslo jamás.
como se apagan tus ojos
no hay amores que valgan
ya nos dijimos adios.
Mientes tú y miento yo
orgullosa, dime que no me amas
esa ilusión de jovenes ya cayó
demosle fin y no recordemoslo jamás.
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